"DESDE SIEMPRE ME MARAVILLARON LOS AFICHES DE TOULOUSE LAUTREC, TENGO AHORA LA OPORTUNIDAD A TRAVÉS DE INTERNET PODER AVERIGUAR EL ORIGEN DE ESTE ARTE, EL DE LOS "POSTERS" ESPERO QUE NO SOLO SIGNIFIQUE UN PLACER PARA MI SINO QUE TAMBIÉN LO SEA PARA QUIEN QUIERA COMPARTIRLO CONMIGO.-

4.5.07



Diseño gráfico comercial

siglo XIX (6ta parte).


por Paola L. Fraticola


Los contenidos fueron recopilados de"El diseño gráfico, desde los orígenes hasta nuestros días", por Enric Satué.


La fotografía y el cine, otra revolución de este siglo
Al abordar los orígenes de la invención de la fotografía poco importa dilucidar el dato histórico, todavía en litigio, de si corresponde al inglés James Fox Talbot o al francés Louis-Jacques Mandé Daguerre la gloria de perfeccionar los experimentos realizados por Joseph-Nicéphore Niepce o por Wedgwood, quienes consiguieron en 1826 fijar las primeras fotografías.El caso es que a partir de 1839, Daguerre y Talbot, Talbot y Daguerre, completan el invento y divulgan un sistema de representación gráfica -el de mayor credibilidad desde la óptica del receptor- verdaderamente revolucionario. La sencillez y exactitud de ese proceso de elaboración -o representación- de la forma abre las puertas de la creación de imágenes a todo aquel que disponga simplemente de un mínimo de sensibilidad y de uno de aquellos «cajones oscuros», sin necesidad de pasar por los largos aprendizajes de los clásicos métodos de representación figurativa (dibujo, pintura, escultura, grabado). En el campo profesional de la multiplicación de imágenes exactas para la prensa y la publicidad, ha sonado asimismo la hora de la progresiva e irreversible desaparición del grabado xilográfico y calcográfico.Al igual que en el siglo xv, cuando la tipografía «consumó la primera alianza histórica entre máquina y cultura para la difusión de esta última», también ahora la fotografía se insertará a este proceso, completando y potenciando el conocimiento humano a través de la comunicación visual. Desde los horrores de la guerra a la constatación de la identidad, desde la exploración espacial al vencedor de una prueba deportiva, desde el diagnóstico médico al artístico, este medio de representación que trataba, miméticamente, de expresarse en términos pictóricos, se convierte progresivamente en el más autorizado testigo de nuestra época de la mano de su capacidad referencial absoluta y de la peculiar estructuración del pensamiento occidental que, desde los griegos, suele trascender al conocimiento únicamente aquello que previamente ha visto.Bastarán escasamente cincuenta años (otra vez los ciclos de Kondratieff) para que la fotografía se popularice hasta el extremo que, en 1889, la empresa Eastman Kodak utilizaba ya un eslogan comercial (que muy bien podrían suscribir los publicitarios actuales) profundamente indicativo del masivo éxito del nuevo invento: «Usted aprieta el botón y nosotros hacemos todo lo demás».La resistencia opuesta por los partidarios interesados de los sistemas de representación tradicionales y el arraigo de dibujantes y grabadores a la estructura industrial de periódicos, revistas y libros, retrasó un tanto la normalización del uso profesional de la técnica fotográfica. Pero, en realidad, en cuando el alemán Georg Meissenbach y otros concluyeron las investigaciones y experimentos para adaptar el procedimiento fotográfico a la reproducción mecánica de originales para la impresión (iniciadas en 1878), con la sucesiva aplicación de la trama retícular al fotograbado, el heliograbado, el fotolito y el fotocromo, etc., la incorporación de la fotografía al medio impreso fue ya irreversible.Antes del fin de siglo, «William Randolph Hearst, magnate de la prensa americana, comenzó a ilustrar con fotos los artículos del Examiner». El gran pionero de la fotografía de autor, el francés Paul Nadar, publicó en 1886 y 1889 las primeras fotografías de personajes políticos en la prensa, y mucho antes, en 1848, el propio Fox Talbot participó en una experiencia editorial premonitoria, al ilustrar con 66 fotografías de obras de arte una edición de veinticinco ejemplares llamada The Annals of the Artists of Spain.El siglo XIX asistirá, cinco años antes de su extinción, a la primera proyección pública de una nueva experiencia llamada cinematógrafo, exhibida en París por los hermanos Louis y Auguste Lumiere y que, mejorada y perfeccionada con la intervención de la electrónica, constituirá la última extensión conocida de ese complejo proceso cultural que tiene por órgano perceptor el ojo humano.Ese dinámico progreso de la industria, la ciencia y la técnica que caracterizará el siglo XIX supone un impulso radical para la comunicación visual, que ve sucesivamente aumentada su capacidad de acción con la implantación del color, la litografía, la mecanización de los procedimientos de impresión, la aplicación del nuevo medio de representación (la fotografía) y los albores del cinema.

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